Palacio Dunkelheit

Los cimientos del palacio Dunkelheit se alzan en un amplio terreno situado en los páramos de la noble y antigua capital de Inglaterra, Londres. Al igual que Hogwarts, u otras instituciones pertenecientes al mundo mágico, el palacio se encuentra protegido por los más poderosos hechizos de protección y otros encantamientos, conocidos como repelentes de muggles, por lo que resulta invisible para las personas ajenas a poderes mágicos

Ante nuestros ojos se extienden largos caminos protegidos con mármol que rodean los parterres —minuciosamente cuidados y sin ninguna imperfección— y finalmente desembocan en la enorme y elegante edificación.

El edificio es aún más recargado de lo habitual, con una arquitectura digna de siglos anteriores. Un gran palacio colonial, con empedrados en ocre y de la misma gama de colores. La grama comenzaba en los parterres, y a lo largo de una distancia de unos pocos metros subía hacia el palacio, sorteando estatuas, relojes solares y flamantes jardines, para terminar, al llegar al edificio, trepando a los lados de los imponentes torreones en enredaderas brillantes, que descansando el esfuerzo producido por el impulso de su carrera. Abriéndose, en la fachada fulgían tres largas hileras de ventanales franceses, relucientes ahora por el oro reflejado y algunas abiertas de par en par al hermoso paisaje.

Cuando entramos por las puertas principales, hechas de refinada madera de nogal negro, que combina a la perfección con los colores exteriores de Dunkelheit, una gran estancia nos da la bienvenida. De estilo sobrio. El suelo, recubierto de baldosas grisáceas se extiende hacia las paredes, empapeladas con un papel decorativo elegante y acorde con el estilo: negro azabache y rojo sangre, con detalles bañados en dorado. Unas escaleras de aproximadamente veintipico escalones, enfundadas con una alfombra escarlata con detalles negruzcos y dorados, que se desenrolla hasta el suelo, suben hacia la parte superior del palacio. Columnas del color del carbón sujetan esos pasillos que se dirigen a direcciones opuestas. El pasamanos que delimita la amplitud de las escaleras está fabricado de una oscura obsidiana.

Por las paredes cuelgan diferentes cuadros que narran los más importantes hechos de los que el mundo mágico fue escenario.

Tras terminar la subida de las escaleras, hacia los lados se separan y dividen dos pasillos, conducidos por una alfombra negra. En el ala oeste del palacio se hallan las habitaciones de los diferentes caballeros oscuros que allí se albergan, junto con las salas de entrenamiento de las cuales hacen uso para perfeccionar sus habilidades físicas, psicológicas y también mágicas. Por el contrario, en el ala este se encuentran los despachos personales y la habitación de la señora de los caballeros oscuros, Ursula Müller y el segundo al mando de los caballeros oscuros, Gary Darkness. No muy lejos de estos lugares podemos encontrarnos con una habitación de puertas blindadas y protegidas de mil maneras diferentes. Esa habitación se trata de la sala de los tesoros. Es el lugar donde se guardan todos los tesoros y reliquias que los caballeros oscuros han conseguido en sus misiones, lugar al que sólo tienen acceso directo los Sibilinos. 

Una larga escalera de caracol tallada en un mármol que siempre luce completamente pulido sube con impulso hacia los más altos torreones del palacio, mientras que otra desciende hacia el subsuelo. Allí se podrán hallar una hilera de puertas que se abren en las paredes que dan la bienvenida a tenebrosas habitaciones secretas que tan sólo unos pocos llegan a utilizar.